Bueno, estas patatas tan llamativas son de origen sueco, su particular corte las hace crujientes por fuera y blanditas por dentro, toda una delicia.
La receta la he encontrado por casualidad en el blog Cocidito de mi vida, y me ha parecido una receta diferente y original, por eso he querido compartirla con todos vosotros, espero que os guste.
Ingredientes:
- Patatas (la cantidad depende de cuantas vayamos a preparar)
- Mantequilla con sal
- Perejil
- 2 dientes de ajo
Elaboración:
Precalentamos el horno a 200º.
Pelamos y lavamos las patatas.
Cortamos uno de los lados para que haga de base y no se gire la patata.
Para conseguir que los cortes que hagamos a la patata no lleguen al final, atravesamos a lo largo la patata con un pincho de brocheta más o menos a 1 cm. de la base.
Con un cuchillo bien afilado vamos haciendo los cortes, procurando que sean todos de la misma medida. Al haber insertado el pincho de brocheta servirá de tope y no cortaremos del todo la patata.
Colocamos las patatas sobre una fuente de horno y las pintamos con la mantequilla derretida, los ajos picados y el perejil todo mezclado.
Las horneamos durante 50 o 60 minutos hasta que las veamos doraditas
3 comentarios:
Me ha parecido una idea super original,sobre todo para sorprender a las visitas...
A por la suecaaaaas! Ahora mismo las acabo de meter en el horno.
Eso eso, veras que delicia de patatas!! Bss
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